domingo, 17 de mayo de 2015

Y me pica un montón

Hace ya años que me pasa. He probado con todo, desde rascarme muy fuerte el cráneo, hasta verme una de esas series que te dejan pensando: "¡Joder, yo también quiero mandarlo todo al garete y ponerme a cocinar anfetaminas azules!...¡Y que te den por culo Skyler!".

Pero nada, no funciona... mmm ¿Quizá si me saco el cerebro por la nariz como los egipcios, me lo rasco y luego lo meto de nuevo con un desatascador de esos de las pelis yankees?... nah, nunca se me ha dado bien meter partes de mi cuerpo en sitios húmedos, si es que ya lo decía mi padre: "No existe nada más interesante que la conversación de dos amantes que permanecen callados." o espera quizá era "Niño levanta del sofá, o te meto una hostia que te hacen palmas las orejas". No sé, por lo menos una de las dos recuerdo haberla oído más de una vez antes de sentir un zumbido en la cabeza...

Pero el picor no se va, ni a base de hostias, ni a base de risas y mira que me he llevado cuarto y mitad de lo último porque a todos nos gusta reírnos de los demás y que nos consideren graciosos, pero muy pocos sienten que se les agranda un poquito el corazón cuando consiguen que las personas que tienen alrededor suelten una buena carcajada y se olviden por unos segundos de esos problemas tan chungos que tienen... ya sin coña, por muy gracioso que seas no vas a follar más.

Pero eso da igual, es más, ojalá fuese un tío súper inteligente, ultra simpático, mega romántico, buenísima persona, gracioso, con un cuerpazo, abdominales de acero y pectorales de adamantio, una cara comparable a la belleza de mil puestas de sol, unos ojos tan tiernos como una escultura en diamante del culito de un bebé y una sonrisa impresionante a la par que un pedazo de cacho de p***ón. Para que cuando viniesen las mujeres a mí formando una cola responderles con mi increíble simpatía: ¡POS AHORA YO NO QUIERO!.

Porque damas y caballeros, la belleza se encuentra en el interior... de la ropa interior, de los sujetadores, de las bragas y aunque no para mí, de los calzoncillos. Seguro que hay algo después, llámalo amor, llámalo reacción química pero eso no entra en juego hasta que, por lo menos al inicio más primitivo de una relación, la persona que tenemos delante nos haya entrado por el ojo los ojos.
Así que, siempre y cuando estés intentando encontrar el amor ¿cómo sabes si lo vas a encontrar dando palos de ciego? Si sólo buscas caras bonitas, cabellos preciosos y cuerpos esculturales a la hora de visionar posibles pretendientes. Sin mencionar que seguro que el sitio en el que ligas (si ligas) se acota normalmente a tu ciudad, pueblo o caverna comunal.
Quién sabe, lo mismo tu media naranja vive en la otra mitad del mundo, es un yonki y siempre está en el parque (nota: añadir amante de la naturaleza a cosas que ojalá fuese) o lo mismo es Obama, nunca lo sabrás. Yo mismo no paro de llamar a Jessica Alba pero ya la muy no me contesta al teléfono... Seguro que es porque no fui lo suficientemente gracioso.

En fin, ¿de qué hablaba?... ¡Ah sí, cómo pica joder!.

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