Por ejemplo yo antes era un chaval rellenito, y a los 20 he pegado el cambiazo, ahora soy un hombre rellenito. Y estoy muy conforme con mi forma física, pero no voy a negar que ya te empiezas a preocupar más por tu aspecto, el otro día me entró curiosidad por eso del somatotipo, lo de si eres ectomorfo, mesomorfo,etc... Vaya lío, me acabó saliendo que era xenomorfo como ese actor tan famoso, el negro de la peli de Alien.
En lo intelectual más de lo mismo, todos fuimos idiotas de pequeños, como cuando estábamos en el colegio y poníamos las manos encima del cuaderno cuando el profesor pasaba cerca en plan: "JA, soy un estratega, si no ve mi cuaderno no puede saber si he hecho los deberes o no" o cuando iban a preguntar a alguien y agachabas la cabeza mirando al pupitre, pensando: "Si no le miro, no existo" claro que no campeón... al final siempre le preguntaban a ese idiota (
Empiezas también a entender algo acerca del amor. Doy por hecho eso de que el ser humano no está diseñado para vivir sólo pero es que yo nunca consigo estar más de una noche con una chica, y no será por poco romántico. Siempre que me despierto con alguna en la cama le digo algo como "Lorena, he pasado la mejor noche de mi vida contigo, cada roce, cada caricia, cada beso tuyo ha sido como un hechizo de amor. Dime Lorena ¿Te gustaría ser mi compañera en este sendero cuesta arriba al que llamamos vida?" y ella me contesta algo como "Mmm ¿Podrías pagarme ya? tengo un poco de prisa...".
Respecto a las amistades, no entiendo a la gente que no sabe diferenciar entre cantidad y calidad, en serio ¿De qué te sirve tener 200 amigos si ninguno de ellos tiene casa en la playa, una piscina, o por lo menos mucho dinero?
Y por último la sensación de bienestar. De qué me voy a quejar con 20 años, la felicidad es un estado de ánimo y si aprendes poco a poco a olvidarte de los picores cerebrales y aprecias los detalles, lo tienes todo hecho. Ya lo dijo Groucho Marx "Hijo mío, la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna…".
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