martes, 30 de junio de 2015

Tú antes molabas

Es fácil darse cuenta de que uno se ha hecho mayor, y con mayor me refiero a pasar de etapa: de niño a adolescente, de adolescente a adulto o de adulto a señor mayor que mastica con la boca vacía. El problema es que nos cuesta reconocerlo pero bueno aquí estoy yo para mostrarte las innegables pruebas.

Empecemos por el principio, yo me dí cuenta de que había dejado de ser un niño el día que me quedé dormido en el sofá del salón de mi casa, y me desperté en el sofá del salón de mi casa. Ya sabes, cuando te quedabas dormido en algún sitio y tu padre (o madre) te llevaba en brazos hasta tu cama, que buenos tiempos... Aunque seguro que más de uno se ha despertado en su cama y no se ha acordado ni de su nombre hasta que se ha tomado el café, a eso lo llamo yo "llevar un niño en el alma" claro que sí.

El tema del estirón es una jodienda a la hora de saber si te has hecho mayor, ¿habéis oído alguna vez a una madre fardar de que su hijo es el más alto de su clase en el colegio? seguro que sí, pues ese era mi caso... pero literalmente, porque le sacaba una cabeza incluso al profesor y no una cabeza cualquiera ¡mi cabeza! que tengo almendra para cinco tartas de Santiago ¡Qué ricas!.

Pasas más tiempo usando las redes sociales que viviendo, tu cara parece el lado oculto de la luna y si haces algo fuera de tu casa te importa más que el resto de personas que conoces sepan que te socializas que el hecho de que te lo pases bien en sí. Pues eres un púber, pero pasa el tiempo y entre masturbación y masturbación te preguntas: "¿seré ya un adulto hecho y derecho?" Casi, lo único que te falta para ser un adulto es haber dicho alguna vez: "La noche es joven" y ya está, pasas de ser un saco de hormonas cualquiera a ser un cualquiera.

¿Cómo asegurarte de que ya eres adulto? pues por ejemplo si llegas a un concierto y piensas "mmm estoy un poco lejos pero seguro que aquí se escucha mejor" no podrías ser más adulto.

Y si te queda alguna duda de si has dejado atrás la edad del pavo o no, piensa en cuantas rayuelas te haces al día que de hecho es más o menos proporcional al número de años que te quedan para dejar de ser adolescente.

Ahora que ya eres mayor y puedes hacer todo lo que estabas deseando hacer desde que eras pequeño te dedicas a vivir al límite. Curras más horas de las que duermes (si es que curras). Te pones nuevos y refrescantes objetivos como: no volver a aprender nada nuevo nunca más o ser capaz de medir tu felicidad únicamente en base al dinero que ganas. Todo eso se mezcla con olvidarse de como diferenciar entre opinión y hecho, y ¡PUF! se convirtió en chocap... en un vejete estándar.

Pero no nos pongamos tristes, hay personas que son como el vino y mejoran con los años, ya charlaremos sobre ellas en otro momento.

Uno de los conciertos en los que mejor me lo he pasado nunca fue de este grupo "Dubioza Kolektiv" o como me gusta llamarlos, los bosnios locos.


  Te lo pongo tambíén en el espotifai por si lo usas y lo tienes abierto.

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